Cuando hablamos de “entrenamiento cerebral para líderes” podemos hablar de muchas cosas, pero principalmente hablamos de dos temas puntuales: el cerebro y el líder. Para empezar, me gustaría definir qué es un líder. Un líder es toda persona que deba tomar decisiones. Presidente de una empresa, CEO, CFO, gerentes, mandos medios, deportistas, jugadores de póker, emprendedores, ama de casa, estudiantes…TODOS LOS SERES HUMANOS SOMOS LÍDERES EN DIFERENTES DOMINIOS DE NUESTRAS VIDAS EN DIFERENTES MOMENTOS DE NUESTRAS VIDAS.
Ahora, vayamos al concepto de cerebro. Éste es el órgano del cuerpo humano más complejo y maravilloso del universo, en él se encuentra la llave para abrir y desarrollar el inmenso potencial que este músculo alberga. ¿Y de qué manera puede un líder liberar ese potencial escondido dentro de lo que vulgarmente llamamos “materia ”? Mediante el entrenamiento cerebral.
El entrenamiento cerebral es una disciplina que nos enseña cómo utilizar con mayor eficiencia nuestro cerebro. Llevándolo a un ejemplo más práctico: venimos con el hardware y el software (cerebro y mente) pero sin el manual.
Así como entrenamos nuestro cuerpo debemos entrenar nuestro cerebro. Sí, leyeron bien, utilicé la palabra DEBEMOS. Todo líder que se precie de ser tal, necesita mantener su cerebro en movimiento, incorporar nueva información, nuevos hábitos y técnicas que potencien la percepción, la intuición, la creatividad; la capacidad y densidad de la atención, y así gestionar de manera eficiente las emociones.
Un cerebro rutinizado, es un cerebro cristalizado; es un cerebro que pierde capacidad para tomar buenas decisiones, que pierde creatividad y, además, capacidad de pensamiento lateral. Se vuelve poco eficiente a la hora de demostrar flexibilidad y adaptabilidad a los entornos cambiantes e inciertos a los que todo líder de hoy está expuesto. Los tiempos se han vuelto tan vertiginosos y cambiantes que quienes hoy lideran una empresa o se auto lideran, deben anticiparse a esos cambios, adelantarse a aquello que puede ocurrir e incluso estar por delante del escenario que se presenta y para eso contamos con el equipamiento necesario: el cerebro. Este órgano único puede ser entrenado, y ese entrenamiento cerebral es un camino colmado de desafíos y aprendizajes. Un recorrido que requiere disciplina ya que trabajamos sobre el cambio de hábitos; demanda apertura ya que en este aprendizaje se retan muchas creencias propias arraigadas que, muchas veces, no reconocemos de manera consciente. El entrenamiento cerebral es un camino apasionante para quienes se atreven a sumergirse de lleno en él. Los invito a darse la posibilidad de adentrarse en este mundo lleno de experiencias y aprendizajes que, sin lugar a dudas, los acompañaran el resto de su vida.